el estómago atado por un nudo,
esa sonrisa cínica y helada,
miedo paralizante del futuro...
Sueñas que quien te hundió vendrá a
salvarte
-que quien sigue mintiendo esté en lo
cierto,
que el humo que te vende valga algo-,
mientras el mundo cae tras la ventana.
Mañana nos veremos más abajo,
un poquito más pobres y más tristes,
con más amigos pobres y más tristes,
a ver si alguien enciende la
esperanza.
Aguardar es una opción ante la tele,
cual niños asustados, desvalidos,
incapaces de asir nuestro futuro,
libres (para elegir quien nos engañe).
Mas también es posible despertar
y agarrarse con fuerza a los iguales,
y crear todos juntos algo nuevo,
y caminar con ellos por las calles.
Porque van germinando las semillas,
y la vida está fuera, “bule-bule”,
Y quien sale y se junta ya no vuelve
a esperar que le cuenten lo que ocurre.
Pues aunque no salgamos por la
tele,
nada pasará más que lo que hagamos:
hora es ya de ponerse a la faena
de arreglar nuestro mundo con las manos.
Juntando nuestras fuerzas con las tuyas
haremos más sencilla la tarea:
no hace falta nadar contra corriente,
dejémonos llevar por la marea.
Hoy me salió en plan poético!
Sólo quería recordaros que el 15M sigue en marcha, sólo que ahora centramos las energías en construir
el futuro.
Apaga la tele y sal a buscarnos, allá donde estés hay una asamblea. Juntos pasaremos menos frío.
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