CONSIDERANDO:
- que o prezo dos combustibles vai seguir subindo sen parar, e con el o de herbicidas, pesticidas, sementes transxénicas, pensos e outros inputs das nosas explotacións, mentres que a presión dos distribuidores dificulta a repercusión desas alzas aos prezos de venda;
- que seguen aparecendo filetes minguantes de clembuterol (mesmo llelos dan a famosos ciclistas), residuos bacterianos resistentes a antibióticos na carne de grandes superficies (ollo, nas alemás, que aquí somos máis listos e non miramos), vacas tolas, polos con dioxinas e e-colis mutantes que botan sombras sobre a calidade da agricultura e gandaría convencionais;
- que non obstante a agricultura e gandaría ecolóxicas e extensivas non se ven apenas afectadas pola alza deses prezos, gañando en competitividade cunha calidade de produto garantida;
- que a actual situación económica e laboral deixa claras a necesidade de dar un impulso á produción sostible do sector primario, a través da agricultura e gandaría ecolóxicas, a pesca sostible e a explotación forestal certificada, como garantía dun desenvolvemento industrial subsecuente de base endóxena;
- que os estudos da FAO denuncian que a terceira parte dos alimentos que producimos en Europa rematan no lixo, máis da metade deles no lixo das nosas casas.
- que as ultimas enquisas realizadas a nivel europeo indican que os españois somos campións en obesidade infantil;
PROPOÑO:
- Considerar sen anoxo a posibilidade de que os nosos fillos cursen ciclos de formación profesional en agricultura e gandaría ecolóxicas, como o recentemente iniciado na escola Pedro Murias, ou en xestión forestal en Mondoñedo, con vistas a crear a necesaria masa crítica de profesionais formados que necesitaremos para construír un futuro alimentariamente soberano na nosa bisbarra.
- Comprar menos cantidade de comida e aproveitala mellor, reducindo así a xeración de residuos orgánicos e o custo do seu tratamento, que supón en Ribadeo uns 125.000 € anuais, preto do 50% do custo total da bolsa negra.
- Investir parte dese aforro, en caso de ser preciso, en adquirir alimentos ecolóxicos, de produción local e de tempada, impulsando así a transición das explotacións convencionais de noso entorno a ecolóxicas, e en todo caso axudando ao mantemento da actividade económica do rural.
- Mellorar con todo iso a dieta dos nosos fillos, as súas posibilidades laborais na bisbarra e a calidade ambiental do seu ámbito, todo o cal repercutirá de forma indubidable na súa (e nosa) saúde física e mental no futuro.
E para que así conste ante quen sexa mester, asínoo en Ribadeo, a tal de tal de talecal.
Aquí vengo dejando mis reflexiones desde enero de 2011, a veces en castellano -mi lengua materna-, e outras en galego -perdón polas fallas, que haberá e moitas- especialmente cando trate dos temas mais locais e nacionais galegos.
miércoles, 18 de enero de 2012
Humor absurdo
Resulta que si tienes antecedentes penales no puedes presentarte para policía o juez, lo que parece lógico.
Parece lógico en principio, porque bien mirado, (imaginemos un delincuente juvenil que robó un coche) la gente cambia al cabo del tiempo, y a otra edad, en otro ambiente, puede ser con los años un juez justo e incorruptible o un honesto y respetuoso policía.
Sin embargo, si ya eres juez o policía y cometes un delito en el ejercicio de tus funciones (prevaricando, maltratando a detenidos, golpeando a pacíficos ciudadanos, colaborando con tramas mafiosas o traficando con drogas) con unos años de separación del servicio pagas tu deuda y ¡puedes volver a hacer esa misma tarea en la que delinquiste gravemente!
Moraleja: si piensas delinquir, primero... sácate la plaza!
Recordatorio: No olvidar enviar a Faemino y Cansado
Parece lógico en principio, porque bien mirado, (imaginemos un delincuente juvenil que robó un coche) la gente cambia al cabo del tiempo, y a otra edad, en otro ambiente, puede ser con los años un juez justo e incorruptible o un honesto y respetuoso policía.
Sin embargo, si ya eres juez o policía y cometes un delito en el ejercicio de tus funciones (prevaricando, maltratando a detenidos, golpeando a pacíficos ciudadanos, colaborando con tramas mafiosas o traficando con drogas) con unos años de separación del servicio pagas tu deuda y ¡puedes volver a hacer esa misma tarea en la que delinquiste gravemente!
Moraleja: si piensas delinquir, primero... sácate la plaza!
Recordatorio: No olvidar enviar a Faemino y Cansado
martes, 17 de enero de 2012
Cómo eliminar el déficit tarifario en dos patadas
Me sorprendo citando, a través de Carlos Mateu en la web "Suelo Solar", a D. Felipe Benjumea, D. José Manuel Entrecanales y D. Florentino Pérez directivos de Abengoa, Acciona y ACS, respectivamente, quienes abogan por “corregir el régimen retributivo de la hidráulica y la nuclear para así acabar con el déficit tarifario", solicitando al Ministro Soria:
- una rebaja en la retribución para las plantas hidroeléctricas y nucleares (la mayoría en manos de Iberdrola y Endesa),
- la creación de un impuesto por la utilización de los ríos similar al que pagan las empresas de telecomunicaciones por el uso del espacio radioeléctrico,
- la aplicación de una tasa a las instalaciones nucleares cuya vida sea alargada más allá de las autorizaciones vigentes”, y
- el cambio de la "regulación de fijación de precios”, de forma que la hidráulica y la nuclear no se remuneren al precio del pool, sino “al coste real que tienen más un margen razonable”.
Estos beneficios excesivos, también llamados en inglés “windfall profits” (caídos del cielo), han supuesto 22.926 millones de euros desde 2006, una media de 3.821 millones de euros al año. Cifra muy cercana a la compensación que reclaman las eléctricas en concepto de déficit de tarifa, que cerró 2011 en 22.000 millones de euros.
Abengoa ya ha denunciado que los sobrecostes del sistema no se deben tanto a la concesión de primas a las renovables (7.300 millones de euros en 2011) como a la retribución de la generación de electricidad. En noviembre publicábamos las declaraciones de Manuel Sánchez Ortega, consejero delegado de Abengoa, en las que apuntaba que “si se corrigiera el régimen retributivo de la hidráulica y la nuclear podría acabarse con el déficit tarifario".
Que conste que lo dije yo primero, aquí mismo...
- una rebaja en la retribución para las plantas hidroeléctricas y nucleares (la mayoría en manos de Iberdrola y Endesa),
- la creación de un impuesto por la utilización de los ríos similar al que pagan las empresas de telecomunicaciones por el uso del espacio radioeléctrico,
- la aplicación de una tasa a las instalaciones nucleares cuya vida sea alargada más allá de las autorizaciones vigentes”, y
- el cambio de la "regulación de fijación de precios”, de forma que la hidráulica y la nuclear no se remuneren al precio del pool, sino “al coste real que tienen más un margen razonable”.
Estos beneficios excesivos, también llamados en inglés “windfall profits” (caídos del cielo), han supuesto 22.926 millones de euros desde 2006, una media de 3.821 millones de euros al año. Cifra muy cercana a la compensación que reclaman las eléctricas en concepto de déficit de tarifa, que cerró 2011 en 22.000 millones de euros.
Abengoa ya ha denunciado que los sobrecostes del sistema no se deben tanto a la concesión de primas a las renovables (7.300 millones de euros en 2011) como a la retribución de la generación de electricidad. En noviembre publicábamos las declaraciones de Manuel Sánchez Ortega, consejero delegado de Abengoa, en las que apuntaba que “si se corrigiera el régimen retributivo de la hidráulica y la nuclear podría acabarse con el déficit tarifario".
Que conste que lo dije yo primero, aquí mismo...
viernes, 13 de enero de 2012
Ministros sobradamente preparados (II)
Ciertamente estos ministros son más viejos que los anteriores. No digo más maduros ni mejores gestores, algo que sería de agradecer y que a menudo se adquire con la edad, lamentablemente me refiero a viejos en un sentido peyorativo: esa vertiente de la vejez que nos hace cerrarnos a todo lo que viene, sea bueno o malo, a renunciar a aprender e interesarse por lo nuevo. En un mundo que va tan deprisa como el nuestro, elegir las opciones del pasado puede llevarnos a un retraso aún mayor. Por el contrario, si somos los primeros en optar por el futuro, podemos adelantar una década con respecto a nuestros vecinos más conservadores.
Lo digo porque si hay una opción meridianamente clara en la actualidad, por la que conviene optar cuanto antes por razones sociales y ambientales, y por tanto económicas, es por la economía verde. Aún nadie sabe exactamente cómo va a funcionar, pero hay indicios por todas partes de que hay que correr hacia las renovables, hacia la agricultura y ganadería ecológicas, hacia la protección ambiental, a la limitación de la contaminación en la agricultura y la industria, a la movilidad sostenible, la bicicleta, el coche eléctrico y el ferrocarril, hacia el consumo medido y los trabajos de media jornada con horarios compatibles con el de nuestros hijos. El sueldo, el suficiente.
Pero no parece que vayan por ahí los tiros. Prórroga a las nucleares, prospecciones de petróleo en Canarias, regasificación en Tenerife, tarifa de la luz congelada (¿callan las eléctricas?), revisión de la ley de Costas ("¡nos gustan los chiringuitos!!"), vuelve a colear el pacto del agua de Aragón y el trasvase del Ebro... Ocho años para pensarlo, pero no traen ninguna idea nueva. Ya entonces no eran unos visionarios.
Qué más da: corra el dinero para constructoras y energéticas, y los bancos, sus accionistas, a costa de nuestros impuestos para proyectos sin futuro en un país sin visión de futuro.
Tal vez piensen que va a volver el milagro de Seseña, y a coger el tren en marcha donde lo dejaron, pero han pasado cuatro años, y ahora las cosas las vemos de otro modo: hubo burbuja, hubo Prestige, hubo e-coli, hubo crisis financiera, hubo revoluciones, hubo Fukushima y hubo 15-M. Las cosas ya no las vemos como entonces, hay cosas que ya no podemos creer.
Coño, que larga se me está haciendo esta legislatura.
Lo digo porque si hay una opción meridianamente clara en la actualidad, por la que conviene optar cuanto antes por razones sociales y ambientales, y por tanto económicas, es por la economía verde. Aún nadie sabe exactamente cómo va a funcionar, pero hay indicios por todas partes de que hay que correr hacia las renovables, hacia la agricultura y ganadería ecológicas, hacia la protección ambiental, a la limitación de la contaminación en la agricultura y la industria, a la movilidad sostenible, la bicicleta, el coche eléctrico y el ferrocarril, hacia el consumo medido y los trabajos de media jornada con horarios compatibles con el de nuestros hijos. El sueldo, el suficiente.
Pero no parece que vayan por ahí los tiros. Prórroga a las nucleares, prospecciones de petróleo en Canarias, regasificación en Tenerife, tarifa de la luz congelada (¿callan las eléctricas?), revisión de la ley de Costas ("¡nos gustan los chiringuitos!!"), vuelve a colear el pacto del agua de Aragón y el trasvase del Ebro... Ocho años para pensarlo, pero no traen ninguna idea nueva. Ya entonces no eran unos visionarios.
Qué más da: corra el dinero para constructoras y energéticas, y los bancos, sus accionistas, a costa de nuestros impuestos para proyectos sin futuro en un país sin visión de futuro.
Tal vez piensen que va a volver el milagro de Seseña, y a coger el tren en marcha donde lo dejaron, pero han pasado cuatro años, y ahora las cosas las vemos de otro modo: hubo burbuja, hubo Prestige, hubo e-coli, hubo crisis financiera, hubo revoluciones, hubo Fukushima y hubo 15-M. Las cosas ya no las vemos como entonces, hay cosas que ya no podemos creer.
Coño, que larga se me está haciendo esta legislatura.
lunes, 9 de enero de 2012
Botando os cartos no lixo
Sorprenderá saber que en tempos como o presente, cando nos din que apertar o cinto e rascar o peto, poidamos estar botando co lixo grandes cantidades de diñeiro. Nestes días nos que o recorte de prestacións sociais é unha ameaza certa, cando a nosa escola de música semella en perigo ao deixar de recibir 12.000 € da Xunta, cando soben as taxas, cando non hai prazas de gardería nin podemos manter o GRUMIR, sorprende, como digo, que esteamos a botar os nosos cartos no cubo do lixo.
E porén, iso facemos de xeito estrito, porque empregamos cada ano 250.000€ en pagar a SOGAMA polos preto de 5.000.000 de quilos de lixo que botamos no colector verde (a fracción no selectiva, a orgánica, tamén chamada bolsa negra). Pois ben, segundo os estudos realizados sobre o noso lixo, o 40% do que botamos no colector verde "da orgánica" son papeis e cartóns, vidro ou envases de plástico, metal ou brick: ou sexa, residuos que deberan ir aos seus colectores específicos (azul, verde, amarelo) cuxa recollida é gratuíta, porque xa a pagamos cando mercamos eses materiais.
Iso quere dicir que cada ano 100.000€ deses 250.000 poderían quedar nas arcas do Concello para afrontar outros custos sen dúbida máis interesantes que a comodidade de non separar o lixo. Diñeiro abondo para cubrir os custos da escola de música, ou a xestión de outros residuos non cubertos polos sistemas de recollida selectiva, ou mellorar infraestruturas municipais, ou facer máis actividades para o tempo de lecer para cativos e maiores, atender eses recunchos que necesitan máis limpeza, desbroces ou pequenas melloras...
Lembremos ademais que unha vez separados, estes residuos abandonan o camiño ao vertedoiro para seren transformados noutros obxectos, aforrando ademais enerxía na súa fabricación.
En definitiva, estamos a falar do medio ambiente, pero tamén sen dúbida de moito diñeiro. Cómpre facer un esforzo entre todos na separación dos nosos residuos, aínda que sexa só para frear esa sangría de cartos aos que calquera de nos pode imaxinar outro destino máis interesante que o cubo do lixo.
E porén, iso facemos de xeito estrito, porque empregamos cada ano 250.000€ en pagar a SOGAMA polos preto de 5.000.000 de quilos de lixo que botamos no colector verde (a fracción no selectiva, a orgánica, tamén chamada bolsa negra). Pois ben, segundo os estudos realizados sobre o noso lixo, o 40% do que botamos no colector verde "da orgánica" son papeis e cartóns, vidro ou envases de plástico, metal ou brick: ou sexa, residuos que deberan ir aos seus colectores específicos (azul, verde, amarelo) cuxa recollida é gratuíta, porque xa a pagamos cando mercamos eses materiais.
Iso quere dicir que cada ano 100.000€ deses 250.000 poderían quedar nas arcas do Concello para afrontar outros custos sen dúbida máis interesantes que a comodidade de non separar o lixo. Diñeiro abondo para cubrir os custos da escola de música, ou a xestión de outros residuos non cubertos polos sistemas de recollida selectiva, ou mellorar infraestruturas municipais, ou facer máis actividades para o tempo de lecer para cativos e maiores, atender eses recunchos que necesitan máis limpeza, desbroces ou pequenas melloras...
Lembremos ademais que unha vez separados, estes residuos abandonan o camiño ao vertedoiro para seren transformados noutros obxectos, aforrando ademais enerxía na súa fabricación.
En definitiva, estamos a falar do medio ambiente, pero tamén sen dúbida de moito diñeiro. Cómpre facer un esforzo entre todos na separación dos nosos residuos, aínda que sexa só para frear esa sangría de cartos aos que calquera de nos pode imaxinar outro destino máis interesante que o cubo do lixo.
domingo, 8 de enero de 2012
Hacienda somos todos
Las SICAV son Instituciones de Inversión Colectiva de capital variable, análogas a los fondos de inversión, pero de carácter societario. Ello quiere decir que en lugar de ser gestionadas por empresas especializadas ajenas a sus socios, son manejadas directamente por una Sociedad Anónima constituida por quienes ponen el dinero.
Cuando invertimos en bolsa a título individual, debemos tributar religiosamente por los beneficios obtenidos en cada "jugada", igual que sucede cuando nos pagan esos míseros intereses por nuestros ahorros en el banco. Sin embargo, las SICAV y los fondos de inversión tienen la ventaja de tributar por los beneficios sólo un 1% mientras estos se queden allí haciendo crecer el capital. Además, a diferencia de los fondos, las SICAV pueden invertir también cierto porcentaje en otros bienes y no sólo en activos financieros. Para crear una de estas sociedades, el capital invertido debe ser superior a 2.400.000€, y el número de accionistas mayor que 100.
Entre otras ventajas, como la exención de tributar por actos jurídicos documentados en operaciones societarias como fusiones, liquidaciones, etc., o la deducción de un 95% en el impuesto de trasmisiones patrimoniales si los inmuebles se dedican al alquiler, destaca la posibilidad de poder recuperar el capital invertido sin pagar tributo alguno. Es lo que en el argot llaman FIFO (first in, first out): lo primero que se inverte es lo primero que se saca, es decir, podemos recuperar el dinero siempre que dejemos allí los beneficios obtenidos.
Estas instituciones son objeto de crítica frecuente por el uso irregular que de ellas hacen las grandes fortunas: un gran accionista pone la casi totalidad de los fondos y se acompaña de 99 personas (los llamados "mariachis") que apenas contribuyen, creándose de esta manera una fórmula de ahorro personal, dirigida por el accionista mayoritario, que tributa simplemente un 1% de los beneficios obtenidos. La obligación de tributar al sacar el dinero se puede eludir de forma sencilla: no sacándolo. La Sociedad puede adquirir viviendas o yates a su nombre para disfrute el accionista mayoritario, sin tributar apenas nada a la hacienda pública.
Este evidente fraude de ley fue detectado hace casi una década por la agencia tributaria, que instó hasta 2005 más de 200 expedientes de SICAV que no cumplían la condición de tener 100 socios auténticos (lo que las llevaría a perder su condición y a tributar un 35% de sus beneficios). La alarma creada entre los subscriptores llevó a que todos los grupos parlamentarios (excepto IU) aprobaran una enmienda adjudicando el control de las SICAV a la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Desde entonces, al negarse a la Agencia Tributaria la capacidad de vigilar el cumplimiento de la legalidad en su constitución y funcionamiento, de la denuncia de esas irregularidades pasamos a un silencio cómplice de casi todos.
En resumen, ese 1% más opulento de la población española tiene en las SICAV una forma sencilla de mantener sus ahorros fuera del alcance de una Hacienda que somos todos... pero unos más que otros.
Cuando invertimos en bolsa a título individual, debemos tributar religiosamente por los beneficios obtenidos en cada "jugada", igual que sucede cuando nos pagan esos míseros intereses por nuestros ahorros en el banco. Sin embargo, las SICAV y los fondos de inversión tienen la ventaja de tributar por los beneficios sólo un 1% mientras estos se queden allí haciendo crecer el capital. Además, a diferencia de los fondos, las SICAV pueden invertir también cierto porcentaje en otros bienes y no sólo en activos financieros. Para crear una de estas sociedades, el capital invertido debe ser superior a 2.400.000€, y el número de accionistas mayor que 100.
Entre otras ventajas, como la exención de tributar por actos jurídicos documentados en operaciones societarias como fusiones, liquidaciones, etc., o la deducción de un 95% en el impuesto de trasmisiones patrimoniales si los inmuebles se dedican al alquiler, destaca la posibilidad de poder recuperar el capital invertido sin pagar tributo alguno. Es lo que en el argot llaman FIFO (first in, first out): lo primero que se inverte es lo primero que se saca, es decir, podemos recuperar el dinero siempre que dejemos allí los beneficios obtenidos.
Estas instituciones son objeto de crítica frecuente por el uso irregular que de ellas hacen las grandes fortunas: un gran accionista pone la casi totalidad de los fondos y se acompaña de 99 personas (los llamados "mariachis") que apenas contribuyen, creándose de esta manera una fórmula de ahorro personal, dirigida por el accionista mayoritario, que tributa simplemente un 1% de los beneficios obtenidos. La obligación de tributar al sacar el dinero se puede eludir de forma sencilla: no sacándolo. La Sociedad puede adquirir viviendas o yates a su nombre para disfrute el accionista mayoritario, sin tributar apenas nada a la hacienda pública.
Este evidente fraude de ley fue detectado hace casi una década por la agencia tributaria, que instó hasta 2005 más de 200 expedientes de SICAV que no cumplían la condición de tener 100 socios auténticos (lo que las llevaría a perder su condición y a tributar un 35% de sus beneficios). La alarma creada entre los subscriptores llevó a que todos los grupos parlamentarios (excepto IU) aprobaran una enmienda adjudicando el control de las SICAV a la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Desde entonces, al negarse a la Agencia Tributaria la capacidad de vigilar el cumplimiento de la legalidad en su constitución y funcionamiento, de la denuncia de esas irregularidades pasamos a un silencio cómplice de casi todos.
En resumen, ese 1% más opulento de la población española tiene en las SICAV una forma sencilla de mantener sus ahorros fuera del alcance de una Hacienda que somos todos... pero unos más que otros.
domingo, 25 de diciembre de 2011
Gonípteros
O 70% da nosa comarca é terreo forestal, maioritariamente (moi maioritariamente) plantado de eucalipto. Tan enorme monocultivo é lóxicamente o paraíso para calquera organismo que se alimente del. Agora temos o goníptero, que na súa etapa larvaria aliméntase das follas, secando as árbores e levando a tan importante actividade económica a unha grave crise.
Temos un refrán que di que non é bo poñer todos os ovos na mesma cesta, pero neste tema non lle estamos a facer caso: non contentos con termos todo o monte plantado coa mesma especie, metemos o eucalipto nas parcelas de concentración, onde a rendibilidade a racionalidade e mesmo a legalidade están en contra.
A enorme inversión pública feita cos cartos de todos para acadar explotacións viables non pode terminar na xeneralización dunha práctica ilegal consentida por unha administración que mira cara a outro lado esquecendo a súa obriga de vixilancia. Estas parcelas constitúen a base territorial que precisan as explotacións agrícolas ou gandeiras da Mariña para non depender de recursos externos cada día máis caros, e non deben transformarse nunha vía de saída dos capitais ecolóxicos do noso rural cara as cidades ou vilas nas que vivan, hoxe ou mañá, uns propietarios absentistas.
A proliferación do eucalipto beneficia particularmente quen compra a súa madeira a prezos baixos, deixando atrás solos esquilmados, nula biodiversidade, regos secos e elevados riscos de lume. Económicamente, se restamos ao seu rendemento os cartos das subvencións, os investidos na prevención de lumes, ou os que se poidan achegar para loitar contra as pragas, probablemente as contas non darían unha elevada rendibilidade económica significativa para o global da sociedade.
Pronto a crise vainos demostrar a importancia de contar cun rural vivo, de recuperar a produción agrícola e gandeira que tivemos fai décadas, diversa e ecolóxicamente sostible. Mentres chega ese momento, seguen florecer as plantacións ilegais por todas partes. Non ven, non queren ver ou quizáis é que pensan que de ser preciso, podemos facer como o goniptero e acabar comendo tamén nós a folla do eucalipto.
Temos un refrán que di que non é bo poñer todos os ovos na mesma cesta, pero neste tema non lle estamos a facer caso: non contentos con termos todo o monte plantado coa mesma especie, metemos o eucalipto nas parcelas de concentración, onde a rendibilidade a racionalidade e mesmo a legalidade están en contra.
A enorme inversión pública feita cos cartos de todos para acadar explotacións viables non pode terminar na xeneralización dunha práctica ilegal consentida por unha administración que mira cara a outro lado esquecendo a súa obriga de vixilancia. Estas parcelas constitúen a base territorial que precisan as explotacións agrícolas ou gandeiras da Mariña para non depender de recursos externos cada día máis caros, e non deben transformarse nunha vía de saída dos capitais ecolóxicos do noso rural cara as cidades ou vilas nas que vivan, hoxe ou mañá, uns propietarios absentistas.
A proliferación do eucalipto beneficia particularmente quen compra a súa madeira a prezos baixos, deixando atrás solos esquilmados, nula biodiversidade, regos secos e elevados riscos de lume. Económicamente, se restamos ao seu rendemento os cartos das subvencións, os investidos na prevención de lumes, ou os que se poidan achegar para loitar contra as pragas, probablemente as contas non darían unha elevada rendibilidade económica significativa para o global da sociedade.
Pronto a crise vainos demostrar a importancia de contar cun rural vivo, de recuperar a produción agrícola e gandeira que tivemos fai décadas, diversa e ecolóxicamente sostible. Mentres chega ese momento, seguen florecer as plantacións ilegais por todas partes. Non ven, non queren ver ou quizáis é que pensan que de ser preciso, podemos facer como o goniptero e acabar comendo tamén nós a folla do eucalipto.
Ministros sobradamente preparados
Es lamentable el desprecio que el Partido Popular muestra con los temas ambientales.
No hablo de la demostración en primera persona de Mariano Rajoy, quien como Aznar en su día, cuestionó el calentamiento de origen antrópico a partir de los comentarios caseros de su primo físico. Los presidentes no tienen necesidad de saber de todo, pueden aprenderlo en "dos tardes".
Me refiero a su obstinación en nombrar a máximos responsables del ramo que no tienen ni idea (y por tanto ningún interés) sobre el ministerio que van a dirigir.
Hoy el nuevo ministro de Medio Ambiente, Arias Cañete, repite la declaración que en su día hizo la anterior ministra del ramo (del último gobierno popular), de cuyo nombre no puedo acordarme, al reconocer en su toma de posesión que "el medio ambiente son aguas desconocidas" para él.
Es algo que ciertamente demostró en su etapa como ministro de agricultura, apoyando un trasvase ruinoso que felizmente evitamos construir, y que hoy amenaza con volver a la palestra para sanear los bolsillos de las constructoras y sus accionistas a costa de los nuestros.
¿Para cuándo un ministro de medio ambiente "sobradamente preparado"? ¿Cuándo aprenderán que nuestra preocupación ambiental es egoísta, y que cuando hacemos las cosas sin pensar en sus consecuencias ambientales acaban volviéndose en contra nuestra? No a más obras sin sentido, bienvenida sea la austeridad en el ministerio de medio ambiente de Arias Cañete.
No hablo de la demostración en primera persona de Mariano Rajoy, quien como Aznar en su día, cuestionó el calentamiento de origen antrópico a partir de los comentarios caseros de su primo físico. Los presidentes no tienen necesidad de saber de todo, pueden aprenderlo en "dos tardes".
Me refiero a su obstinación en nombrar a máximos responsables del ramo que no tienen ni idea (y por tanto ningún interés) sobre el ministerio que van a dirigir.
Hoy el nuevo ministro de Medio Ambiente, Arias Cañete, repite la declaración que en su día hizo la anterior ministra del ramo (del último gobierno popular), de cuyo nombre no puedo acordarme, al reconocer en su toma de posesión que "el medio ambiente son aguas desconocidas" para él.
Es algo que ciertamente demostró en su etapa como ministro de agricultura, apoyando un trasvase ruinoso que felizmente evitamos construir, y que hoy amenaza con volver a la palestra para sanear los bolsillos de las constructoras y sus accionistas a costa de los nuestros.
¿Para cuándo un ministro de medio ambiente "sobradamente preparado"? ¿Cuándo aprenderán que nuestra preocupación ambiental es egoísta, y que cuando hacemos las cosas sin pensar en sus consecuencias ambientales acaban volviéndose en contra nuestra? No a más obras sin sentido, bienvenida sea la austeridad en el ministerio de medio ambiente de Arias Cañete.
martes, 6 de diciembre de 2011
El Sistema, despatarrao
Resulta que llevábamos tres décadas intentando formular una transición del crecimiento sostenido al crecimiento sostenible, y luego al desarrollo sostenible. La cosa era que la economía iba bien, pero nos parecía que las otras dos patas, la del medio ambiente y la del bienestar de la población, iban por mal camino, así que intentábamos buscar fórmulas para que las tres patas del sistema se fortalecieran al mismo ritmo.
Y es que el tema ambiental estaba fatal, consumíamos con tal desafuero cosas mayormente prescindibles que precisábamos más de cuatro planetas para sostener ese ritmo. Y en cuanto a la sociedad, cada vez veíamos más desigualdades entre la minoría pudiente y dominante, y la base social, tanto dentro de nuestros países occidentales como a nivel planetario.
Y en esas estábamos, considerando que este sistema era eficaz en lo económico pero deficiente en lo social y ambiental, cuando de repente se nos desploma la pata económica. Por lo visto tenía una carcoma enorme por dentro, y toda la fortaleza que exhibía era sólo aparente. Lo que creíamos duro como una piedra resultó ser un buñuelo de viento.
Tras este sorprendente suceso, no tiene sentido andarnos con parches. Si ni siquiera la pata económica estaba bien, desde luego el funcionamiento social y ambiental del sistema tienen poco que conservar: ahora sólo nos queda repensarlo todo desde el principio.
Habremos de construir un nuevo sistema desde abajo, empezando por nuestro entorno local, por nuestra tribu, nuestro pueblo, nuestro barrio. Un sistema que sea compatible con la calidad de nuestro entorno ambiental, que nos permita vivir con dignidad, que nos permita tener tiempo para compartir con familia y amigos y que, aunque no nos dé para grandes lujos, al menos nos permita tener un techo, comida y calor para todos. Cosas que este sistema tan ostentoso no fue capaz de garantizarnos.
Bueno, todavía quedan algunos allí en Bruselas tratando de inyectar cola blanca en la pata carcomida de la economía financiera, pero se les sale por todas partes. Entiendo que estén desesperados: a ellos les iba bien y es lógico que quieran volver a poner el edificio en pie. Los demás no perdemos gran cosa, al contrario, creo que tras el susto inicial, pronto nos daremos cuenta de que este suceso inesperado nos ha salvado la vida.
Durban y otras crisis
Contra lo que pueda parecer, hay otra crisis global más allá de la financiera. Otra crisis que estaba antes y que seguirá empeorando mientras nuestros políticos no sean capaces de mirar más allá de los cuatro años de su mandato, ni nosotros capaces de obligarles a ello.
Se trata de la crisis que va a hacer desaparecer nuestras playas, a dejar inútiles nuestros puertos, a destrozar nuestros puentes y carreteras y obligarnos a incrementar nuestros impuestos para hacer frente a las seguías e inundaciones cada vez más frecuentes. La que, de no hacer nada al respecto, elevará las temperaturas en 6ºC en los próximos 50 años.
Se trata de la crisis ambiental, la del cambio climático, aquélla por la que el consenso científico mundial pide compromisos a políticos y ciudadanos, por la que la Asociación Internacional de la Energía dice en su último informe que se nos cierra la ventana temporal para tomar acciones decididas, que se nos acaba el tiempo para actuar.
De aquí en 20 años (mañana) podemos estar viviendo un auténtico apocalipsis de sequías, inundaciones, temporales y tormentas tropicales relacionadas con este calentamiento. Cuando nuestros hijos sean mayores se preguntarán por qué no hicimos nada cuando estábamos a tiempo, por qué no reaccionamos cuando los científicos lo advirtieron.
Mira a tu hijo y dile que no te importa su futuro. Que no vas a reducir el uso del coche, que no vas a reclamar la prórroga de Kioto, que no vas a apoyar a los partidos comprometidos con el medio ambiente. Que no te interesa, que no te lo crees, que los científicos se equivocan y “tus” políticos saben lo que hacen. Que ni siquiera sabes lo que piensan “tus” políticos favoritos al respecto.
O mejor, no le digas nada. Con un poco de suerte habrás muerto antes de que nadie pueda culparte de esta postura nuestra de inacción e hipócrita ingenuidad ante el derrumbe por todos los frentes de nuestra civilización.
Pero eso ya es otra crisis.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)