Me sorprendo citando, a través de Carlos Mateu en la web "Suelo Solar", a D. Felipe Benjumea, D. José Manuel Entrecanales y D. Florentino Pérez directivos de Abengoa, Acciona y ACS, respectivamente, quienes abogan por “corregir el régimen retributivo de la hidráulica y la nuclear para así acabar con el déficit tarifario", solicitando al Ministro Soria:
- una rebaja en la retribución para las plantas hidroeléctricas y nucleares (la mayoría en manos de Iberdrola y Endesa),
- la creación de un impuesto por la utilización de los ríos similar al que pagan las empresas de telecomunicaciones por el uso del espacio radioeléctrico,
- la aplicación de una tasa a las instalaciones nucleares cuya vida sea alargada más allá de las autorizaciones vigentes”, y
- el cambio de la "regulación de fijación de precios”, de forma que la hidráulica y la nuclear no se remuneren al precio del pool, sino “al coste real que tienen más un margen razonable”.
Estos beneficios excesivos, también llamados en inglés “windfall profits” (caídos del cielo), han supuesto 22.926 millones de euros desde 2006, una media de 3.821 millones de euros al año. Cifra muy cercana a la compensación que reclaman las eléctricas en concepto de déficit de tarifa, que cerró 2011 en 22.000 millones de euros.
Abengoa ya ha denunciado que los sobrecostes del sistema no se deben tanto a la concesión de primas a las renovables (7.300 millones de euros en 2011) como a la retribución de la generación de electricidad. En noviembre publicábamos las declaraciones de Manuel Sánchez Ortega, consejero delegado de Abengoa, en las que apuntaba que “si se corrigiera el régimen retributivo de la hidráulica y la nuclear podría acabarse con el déficit tarifario".
Que conste que lo dije yo primero, aquí mismo...
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