martes, 24 de mayo de 2011

¿Indignados por la crisis?

El Banco Central Europeo baja los tipos de interés, la gente se anima a comprar piso, sube el precio de los pisos, la gente cree que van a subir siempre, empiezan a comprar para invertir, los bancos prestan y ganan como nunca, también creen que van a subir para siempre, los constructores gastan lo que ingresan en comprar suelo para seguir construyendo, también creen que van a subir para siempre…
Los precios suben tanto que la gente que puede comprar se acaba, los pisos dejan de demandarse, los precios empiezan a bajar, los constructores dejan de construir, los trabajadores de la construcción se van al paro, dejan de pagar la hipoteca, los bancos se quedan con los pisos, la gente deja de gastar, los trabajadores de comercios y servicios se van al paro, dejan de pagar su hipoteca, los bancos se quedan con pisos que ya no valen lo que valían, sus cuentas empiezan a reflejar un pasivo que vale cada vez menos, los bancos se hunden, no prestan dinero a las empresas, las empresas cierran, más gente al paro…
Los gobiernos ven reducirse los ingresos por impuestos e incrementarse las prestaciones por desempleo, además se endeudan para sanear los bancos, sube el déficit, crece la deuda de los Estados, los gobiernos piden dinero al Banco Central Europeo, el Banco Central Europeo dice que no a los Estados, pero se lo deja a los bancos, los bancos se lo dejan a los gobiernos haciendo un gran negocio para irse recuperando, pero al tiempo siguen sin dar crédito a las PYMES, con lo que el paro sigue subiendo…
Las Agencias de Calificación que dijeron que los bonos basura eran buenísimos dicen ahora que la deuda de los Estados es malísima, suben sus intereses y los bancos amenazan a los Estados con la quiebra, ayudándoles sólo a cambio de que faciliten el despido, bajen los impuestos a las empresas y reduzcan las pensiones de los trabajadores …
Bueno creo que ahora ya podemos todos decir que nuestra indignación es “por la crisis”. Con los banqueros incompetentes que cobran sueldos enormes, con los Bancos Centrales, que se alinean con los bancos en vez de con los estados, y con todos los políticos que o bien están a sueldo de los bancos y sus grandes empresas, o bien son incapaces de alzar la voz para frenar este despropósito.

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