viernes, 27 de mayo de 2016

Entender Venezuela


Venezuela es un país rico en petróleo. Esa ha sido su segunda maldición. La primera fue el reparto de sus tierras “por la gracia de Dios" en favor de una minoría que nunca ha dejado de poseerlas y utilizarlas en su provecho. Como en el resto de la América hispana, el fundamento de la propiedad territorial venezolana está en la bula del 3 de mayo de 1493 emanada del papa Alejandro VI por la cual el vicario de Cristo en la tierra concedía y asignaba las tierras descubiertas al imperio español. Ese imperio las fue otorgando a su vez, a través de las denominadas "Mercedes", a las misiones o a cualquier español que supiera leer o escribir.

La estructura de la tierra en grandes propiedades derivadas del colonialismo fue en un primer momento utilizada para poner esa riqueza agraria a producir con las técnicas del viejo mundo. Sin embargo, la guerra de independencia dio un vuelco a esta situación a comienzos del siglo XIX, cuando el campesinado fue llamado a la guerra y se produjo un despoblamiento del rural que llevó a la aparición de los primeros problemas alimentarios. El descubrimiento de los yacimientos de petróleo a finales de ese siglo, con puestos de trabajo mejor pagados y en condiciones de libertad frente a la estructura caciquil de los latifundios, impidió el retorno del campesinado al rural.

Desde entonces Venezuela ha sido siempre un país desequilibrado, que “no ha querido” dedicarse a producir sus propios alimentos, y ha preferido obtenerlos a cambio de petróleo. Mientras, sus tierras han seguido en manos de la oligarquía, debatiéndose entre la producción agroindustrial para la exportación -ahí nace  la conexión entre esa oligarquía y las multinacionales americanas- y el mero abandono.

Cuando algún gobierno ha intentado revertir la situación, al menos, de las tierras abandonadas, a través de una reforma agraria que abriera paso a una nueva clase de campesinos libres y capaces de vivir dignamente de producir los alimentos que demandan los venezolanos ha sobrevenido un Golpe de Estado. Golpes de Estado apoyados por la oligarquía latifundista -que no ve la necesidad de modificar una situación que le da un poder omnímodo- y las multinacionales de la agroindustria norteamericanas que comercializan las grandes producciones de café, alimentos para ganado o agrocombustibles, todo ello para los mercados mundiales.

La dramática situación actual, derivada del descenso de los precios del petróleo -aprovechada por esa oligarquía para boicotear en lo mucho que puede a un pueblo al límite de su resistencia- pone en jaque a una República Bolivariana que no ha tenido tiempo y/o fuerza para poner en marcha esa reforma de la propiedad de la tierra que posibilite la soberanía alimentaria de los venezolanos. La nueva Asamblea conservadora ya avisa que va a dar marcha atrás a las tímidas reformas conseguidas en esa línea a través de laboriosos procesos legislativos escrupulosamente respetuosos con la legislación.

Mientras tanto, la prensa, en manos de esa misma oligarquía, golpea sin piedad con el apoyo de la derecha neoliberal española. El futuro está escrito: salvo milagro, será una nueva oportunidad perdida para los venezolanos.

Leer más: http://www.monografias.com/trabajos91/evolucion-de-la-propiedad-territorial-en-venezuela/evolucion-de-la-propiedad-territorial-en-venezuela.shtml#ixzz49sHQRoi1

http://radiomundoreal.fm/9095-la-construccion-a-ser-defendida?lang=es

Reflexión final: 
En el imprescindible libro de Miguel Maura -aquel republicano de centro-derecha que fue Jefe de Gobierno durante la segunda República española- “Así cayó Alfonso XIII,” escribe que cuando llegó al poder la República muchas voces clamaban por revertir la injusticia histórica del reparto de la riqieza y las tierras desposeyendo a la oligarquía monárquica. Él, entre otros, convenció a los más exaltados de que había que hacer las cosas de otro modo, con tiempo, de forma que se respetó el status quo prerrepublicano. 
El tiempo nunca llegó. Al final del libro, desde la atalaya de más de una década de dictadura franquista con sus horrores, el propio Maura reconoce que de haber sabido lo que iba a hacer esa misma oligarquía que él defendió tras el levantamiento de 1936 su opinión habría sido muy otra. Me gustaría saber hasta qué punto la revolución bolivariana se ha pasado de blanda. Lecciones para el futuro.

domingo, 15 de mayo de 2016

A hora da xenerosidade


O pacto entre Izquierda Unida e Podemos, a coalición “Unidos Podemos” reabre -pecháraa o PSOE fai 30 anos tras uns inicios prometedores- a oportunidade dun cambio real das políticas no Estado para traballar a prol da maioría social.

Ese pacto, produto da necesidade de ambas formacións a partes iguais, precisa de amplitude de miras pola parte de todos: dos dirixentes de Podemos e IU, dos dirixentes das formacións que están a confluír con eles no Estado e noutros territorios, dos militantes de todas elas e en xeral de todos aqueles que agardamos un cambio real das nosas institucións.

Dígoo porque a perspectiva dun incremento no número de escanos de ambas formacións pode supoñer un problema se no canto de centrar o foco nas propostas alternativas e transformadoras, deixamos que outros o poñan nas persoas que van entrar en tal o cal posto de responsabilidade. Se non somos quen de tomar a iniciativa da campaña escollendo 10 temas candentes achegados ás persoas outros virán meter o dedo no debate dos postiños co obxectivo de que rompamos o cántaro e botemos o leite polo chan.

A xenerosidade debe xurdir do recoñecemento dos méritos das formacións participantes. Izquierda Unida foi a “gardiá da lume“, a mantedora da mensaxe alternativa, da coherencia do discurso todos estes anos nos que o pensamento único foi tragando á socialdemocracia europea pola boca da “terceira vía”. Era de xustiza que fosen eles quen colleran o froito da decepción tralo fracaso do neoliberalismo, pero tardaron en abrirse, as vellas inercias impediron a súa adaptación ós novos tempos, e só tralo triunfo de Podemos, con todo perdido, deixaron a Alberto Garzón abrir as ventás. Algo parecido ó que aconteceu co BNG na Galiza.

Foi Podemos quen viu vir a onda do 15M, e quen soubo subir nela e capitalizar a ansia de renovación, quen entendeu que moita xente afastada da política precisaba de comezar a entendela antes de poñerlle etiquetas, desde o principio. Que era preciso comezar por falar da diferencia entre os de abaixo e os de arriba antes que elixir entre esquerda e dereita. Que para acadar a maioría social precisa para a transformación do país non se podía comezar por falar só cos que se senten de esquerdas senón que hai que dirixir a mensaxe a todos os oprimidos polo sistema. Tamén na Galiza, outros tralo 15M e antes de nacer Podemos estivemos pola transversalidade, neste caso sen saír do ámbito da esquerda -entre a nacionalista e a federalista- obtendo un bo resultado como AGE.

Unidos Podemos incrementa a base social das anteriores alianzas, ó sumar as referencias electorais en todo o estado da esquerda tradicional e dese novo electorado menos ideoloxizado pero moi activo e numeroso. É tarefa de todos cooperar na integración, co respecto mutuo e comprensión, ás longas traxectorias, ás novas enerxías, achegando ilusión, empatía e intelixencia emocional comprendendo que imos todos no mesmo barco. O mesmo coa nosa candidatura En Marea: con todas as eivas na conformación da lista, as persoas que nela participan amosan o compromiso esixible co papel que van desenvolver. Tempo temos para traballar en mellorar a ferramenta de confluencia e os procesos participativos cara ás autonómicas e máis aló.

Xenerosidade, logo, traballo, paciencia e moita intelixencia emocional. Na futura transformación de Galiza e de España precisaremos todas as mans, pero hoxe é hora de empuxar, cada un desde o seu recuncho. A oportunidade, como di Anguita, é única. Medre o mar!

sábado, 14 de mayo de 2016

Pasarse cuatro pueblos


Que sale el ministro Margallo y dice que nos hemos pasado "cuatro pueblos" con la austeridad. Se trata de una sorprendente reflexión para realizarse en precampaña electoral y con la amenaza de un nuevo apretón del austero cinturón a la vuelta de la esquina. Eché, eso sí, en falta que hubiera ahondado un poco más en el tema, que hubiera esplicitado con un poco más su reflexión: vamos, que me quedo con ganas de saber cuáles serán esos pueblos de que habla.

Yo que sé, tal vez le parece ahora excesivo el despido de miles de interinos en colegios e institutos de todo el Estado, que supuso además un incremento en el número de alumnos por clase y el recorte en profesores de apoyo para aquellos que los precisan; o quizás a la precarización de los contratos de quienes cuidan de nuestra salud en los hospitales y la merma de personal de los centros de atención primaria, con el consiguiente incremento de las listas de espera. 

O puede que le parezca hoy excesiva la reforma laboral que facilitó el despido barato por bancos y grandes empresas de decenas de miles de trabajadores mientras se rescataba a esos mismos bancos con nuestros impuestos y se les permitía enriquecerse especulando con una deuda pública doblada por ese mismo rescate; o tal vez le cree pesadumbre recordar el subsiguiente recorte de las prestaciones de desempleo, que ya no llegan ni al 50% de los desempleados registrados, para que busquemos más desesperadamente y sin tantas exigencias los precarios minijobs que su “recuperación por reparto” proporciona.
 
También podría estar hablando del frenazo en la aplicación de las ayudas que legalmente les corresponden a dependientes reconocidos, o del recorte de los servicios sociales, arrancados de las manos de los despilfarradores ayuntamientos, eliminando servicios de asistencia social precisamente cuando más necesidad de ellos hay; o de esa mágica combinación de caída de las becas e incremento de tasas universitarias que está consiguiendo dar la vuelta como un calcetín a la perniciosa tendencia a licenciarse de los hijos de... cualquiera.
 
¿Qué se yo? Puede que hable de la manera en que, tras todo esto, han modificado las leyes para restringir nuestro derecho al pataleo, ya sea encareciendo el acceso a la justicia prohibiendo la simple protesta en la calle -o en twitter!!!- eludiendo a los jueces para ir directamente a vaciar nuestros menguados bolsillos para sancionar conductas que hace nada eran plenamente legales.
 
O si no, centrándose en las formas, puede ser que sufra un ataque de vergüenza, por el regodeo que se traen con las medallas a las vírgenes, los impuestos al sol, los rescates de proyectos fallidos (Castor, radiales), la toma por asalto de los medios de comunicación -para usarlos bien como punta de lanza, bien como negra tinta de calamar-, o simplemente los insultos a nuestra inteligencia que vomitan en cada comparecencia pública entre caso y caso de corrupción, blanqueo o fraude fiscal. 
 
Son ciertamente muchos los pueblos que se han pasado. Por un momento, escuchando la reflexión de Margallo, me pregunté si hoy, en precampaña electoral, iban a tener los santos cojones de decirnos que, caídos del guindo, se están pensando tomar el próximo cambio de sentido y regresar unos cuantos pueblos atrás, buscando el ansiado pacto PPSOE de la Grossen Koalitionen".
 
En esas estaba yo cuando, afortunadamente, ha salido un vídeo de Rajoy a dejarme claro que no. Por lo visto, el hombre está satisfecho de la labor de estos cuatro años, y no le parece que se hayan pasado "cuatro pueblos". A su parecer, ya enfilada esta ruta, él ve mejor seguir por ella un poco más, quizás hasta el "quinto pino".

domingo, 1 de mayo de 2016

Por que non ó hotel na Illa Pancha?

Vai para un ano que a maioría dos ribadenses soubemos que existía un proxecto para converter o edificio vello do faro da Illa Pancha nun pequeno hotel de luxo, con dous apartamentos de a 150€/noite. Sería o primeiro de España, e o alcalde amosaba a súa ledicia e opinaba que viña ser un premio pola contención demostrada polo Concello de Ribadeo no coidado do noso litoral.

Sorprendidos primeiro polo feito de que un proxecto como ese estivese concedido sen que ninguén na vila o soubera, un grupo de veciños comezamos a preguntar sobre os detalles do mesmo. Cómpre dicir que a Illa Pancha é unha parte moi representativa do espazo natural protexido da Ría de Ribadeo, e polo tanto os usos na mesma están moi limitados.

Así coñecemos que se trataba dunha concesión de Portos do Estado, ó abeiro dunha decisión do Consello de Ministros para sacar rendementos económicos ó patrimonio do Estado a través de concesións para hoteis das antigas vivendas dos fareiros -segundo a Voz de Galicia esta concesión suporía a Portos uns ingresos de 18110€ anuais-. Puxémonos en contacto co técnico responsable da concesión, en Ferrol, e ante a nosa sorpresa, non coñecía que o faro de Ribadeo estaba dentro dun espazo protexido. En todo caso, dado que segundo dixo, o proxecto consistía nunha reforma interior do edificio para habilitar dous apartamentos, o impacto ambiental non sería significativo.

Reflexionando sobre o tema, caemos na conta que a) un hotel de luxo precisa servizos como aparcadoiros, alumeado, cafetería, etc.; b) que a illa leva décadas pechada por razóns de seguridade, polo que a apertura dun hotel dentro da mesma obrigará a facer obras para garantir a seguridade dos clientes; e c) que sendo a illa Pancha o destino do máis típico paseo dos ribadenses e visita obrigada dos turistas que por Ribadeo pasan, a súa apertura ó público levará un enorme risco de degradación da súa calidade ambiental. Todo iso levounos a situarnos en contra da apertura do hotel.

Xa este ano, cando o promotor presentou o proxecto no Concello, a cousa resultou ser aínda peor: a maiores do hotel e a "mera reforma interior do antigo faro", aparece unha cafetería sobre o aparcadoiro subterráneo existente entre os dous faros, e tamén se solicita permiso para instalar unha carpa ó seu carón. E polo que respecta ás nosas sospeitas: alumeado nocturno, papeleiras, profusión de carteis con avisos de perigo e instrucións de bo comportamento, obras de acondicionamento e protección nos puntos de perigo, aparcadoiro na illa para tres vehículos, e axardinamento de 500 m2 ó redor do hotel. É dicir, a absoluta transformación dun espazo natural protexido.

Permitídeme a broma! Sucede que aínda que libramos da invasión das inmobiliarias que tanto dano fixeron nos concellos veciños de Foz e Barreiros -grazas ó intelixente comportamento do Concello de Ribadeo-, se algo hai que nós xa coñecemos é o efecto da aglomeración turística sobre os espazos naturais máis rechamantes da nosa costa.

O mesmo ano -2015- no que as nosas autoridades se poñen de acordo para abrir a Illa Pancha ó acceso público e á explotación privada, as mesmas autoridades acordan restrinxir o acceso á praia das Augas Santas polos efectos da sobre-presión turística sobre un espazo protexido. Ninguén hoxe daría permiso para poñer un restaurante nas Catedrais, nin para axardinar a contorna, acabamos de sacar os aseos de aló porque se enchían en nada as fosas e o paso das cisternas desfacía toda a contorna, a vexetación natural e máis o solo están desaparecidos da cabeceira dos cantís en toda a ruta entre Esteiro e Augas Santas, as papeleiras voan co vento e enchen de lixo os toxos e a breixeira protexida, os plásticos rematan no mar...

Por que, entón, agora que coñecemos por experiencia o dano que a invasión das persoas fai sobre o medio natural, imos volver a ameazar un novo espazo natural protexido? É preciso matar a illa Pancha para salvar o seu histórico faro? É preciso matar á Pancha para crear 2 empregos cun novo hotel de dúas habitacións en Ribadeo? Non hai no concello edificios históricos singulares máis axeitados para facer un hotel con todas as garantías de seguridade e de servizos? Que miopía nos impide anticiparnos o futuro?

Reflexionemos, démonos tempo, solicitemos todos os permisos legais, tamén os das autoridades ambientais -que nestes casos adoitan poñerse de perfil no canto de actuar de oficio-. Todo, antes de dar luz verde apresuradamente a un proxecto que nada ten que ver co respecto ós principios de sustentabilidade que tanto nos gabamos de defender. Nin Bandeira Azul, nin Reserva da Biosfera, nin  Sistema de Xestión Ambiental, nin Axenda XXI Local. Estas son as decisións nas que o compromiso ambiental de Ribadeo debe quedar patente. Non valen escusas.